CAPACITACIÓN EN RECREACIÓN MEDIANTE LA LÚDICA EN
ENTORNO FAMILIAR
1. INTRODUCCIÓN
Con la modernidad, los medios de
esparcimiento y comunicación acostumbran a estimular el individualismo y el
aniquilamiento de los demás. En tal contexto, los juegos infantiles pueden
inculcar patrones de conducta para una sociedad basada en la competición
irracional y violenta, donde para “ganar” es preciso “eliminar” a los rivales.
En el fondo de semejantes males sociales es posible encontrar una verdadera insatisfacción
de la necesidad lúdica, lo que conduce a resolver el conflicto interno de
cualquier manera. Los psicoanalistas pueden concluir que las personalidades más
trastornadas en la adultez tienen sus orígenes en una niñez privada del placer
que aporta una recreación ejercida lúdicamente. Esto es, con pleno ejercicio de
la libertad.
Frecuentemente ocurre que madre y padre,
inmersos en sus propios mecanismos de escape de la realidad, no prestan la
debida atención a la necesidad lúdica de sus hijos, que queda en "tierra
de nadie". Mejor dicho: en la tierra fértil del niño, quien deberá por sí
mismo dar riendas sueltas a sus ansias lúdicas, recibiendo a veces en
consecuencia la reprimenda de sus mayores, quienes por no cumplir con semejante
deber serían los verdaderos merecedores del castigo.
La vida demuestra que tal castigo puede
llegar de un modo u otro. La falta de comunicación, las divergencias con los
hijos, y hasta el dolor por sus posibles acciones antisociales, es el precio
que pueden pagar los padres que no prestaron la debida atención a las
necesidades lúdicas de sus hijos, como la más efectiva vía para desarrollar en
ellos los valores humanos, la disciplina, el respeto mutuo, la confraternidad y
la confianza común que el juego entre padres e hijos puede propiciar.
El conflicto entre hermanos es uno de los
principales problemas familiares, cuyas causas a menudo los padres no logran
entender, por lo que la situación puede empeorar por reacciones inadecuadas de
los padres frente a la rivalidad entre sus hijos. Estas situaciones
conflictivas en el seno familiar no se dan sólo en las relaciones con los
hijos, sino en gran medida, y con peores consecuencias, entre los adultos, sean
los cónyuges, los padres, suegros(as), y otros parientes que conviven bajo el
mismo techo, haciendo del clima doméstico un verdadero caos.
Si queremos promover la comprensión de la
condición humana cual máxima creación de la naturaleza; si
aspiramos a una Humanidad mejor, formada por hombres y mujeres que hoy son
niños y niñas, debemos asegurarles que se formen adecuadamente, del modo que
sólo la actividad lúdica puede lograr, a fin de alcanzar, con cada generación,
un escalón superior en el perfeccionamiento de la condición humana, en pos de
convertirnos en seres cósmicos, en los verdaderos habitantes del
universo. Y para eso es adecuado:
a)
Contribuir
al multifacético desarrollo humano en lo físico y lo mental, y tanto en
lo individual como en lo social, lo cual infiere superiores niveles en la
calidad de vida.
b)
Propiciar
el ejercicio de la libertad mediante acciones placenteras con contenido educativo y formativo en cuanto a valores
humanos.
c)
Garantizar,
desde la familia, los procesos de inclusión social de las personas de
todos los grupos etarios, para la estructuración y consolidación del sentido de
pertenencia, la participación colectiva responsable, y la solidaridad.
d)
Desarrollar
aptitudes y capacidades para el conocimiento y la creatividad, el razonamiento
lógico y la toma de decisiones, que permitan afrontar exitosamente los
cotidianos retos de la existencia.
e)
Estimular
los procesos de interacción y comunicación social entre las personas,
mediante el desarrollo de una efectiva capacidad sensorial y de inteligencia
emocional, basada en una interpretación holística de la sociedad humana.
A todo lo cual pueden contribuir las metodologías lúdico-recreativas…
2. FUNDAMENTACIÓN
2.1.
NECESIDAD LÚDICA Y SISTEMAS DE PODER
La necesidad
lúdica surge en la cuna y no desaparece ya a todo lo largo de la vida. La Psicología evolutiva reconoce
en el recién nacido, además de las acciones derivadas de su necesidad de
subsistencia, como el llanto o el reflejo de succión ante la presencia de
cualquier objeto entre sus labios, otras muy particulares. Este, a las pocas
semanas comienza a accionar todo cuanto tiene de movible en su cuerpo: agita
brazos y piernas, saca la lengua, y va progresivamente incorporando nuevas
posibilidades físicas a su estructura corporal, base de su evolución
psicomotriz.
Dichos
movimientos responden a una congénita necesidad de desarrollo, cuya
satisfacción apunta a un mayor conocimiento de sí mismo. Incorporando la
experiencia -que descubrió de manera casual- a su memoria en formación, va
perfeccionando sus acciones mediante su repetición de modo intencional, lo cual
le causa un estado de satisfacción personal. Simplemente, disfruta del
placer de sentirse "moviente". El psicólogo austríaco Karl Bühler
denominó esta acción como "juego funcional”, relacionado con el
desarrollo de las funciones primarias en el ser humano -las que condicionan sus acciones corporales
y la coordinación psicofísica de su comportamiento-, y es para Piaget el inicio
de lo que llama "juego de ejercicios", punto de partida de la
actividad lúdica por las diferentes etapas de desarrollo en el niño.
Es obvio
que tal manifestación consciente es sui géneris, pues sin poseer aún conceptos
que la definan el recién nacido ignora las causas de su actuación, no es
"racionalmente consciente" de ella por carecer de símbolos con que
designarla. Pero sí experimenta la necesidad de su ejecución, y en respuesta
actúa intencionalmente. Por casualidad descubre que accionar sus miembros le es
agradable. Ignora por qué, pero siente el placer del conocimiento de sí mismo,
de aquello que puede poner en acción a voluntad. Y así comienza a disfrutar por
primera vez del ejercicio de su libertad, que es donde radica la magia
del juego.
La necesidad
lúdica es necesidad de desarrollo materializada en el impulso
vital congénito en los seres humanos de ejecutar acciones de forma libre y
espontánea, como expresión de su capacidad existencial, o ejercicio de
determinadas formas de poder. Entendamos como poder la razón en
virtud de la cual un elemento participante en el proceso dialéctico del
desarrollo es capaz de transitar de una cualidad inferior a otra superior con
la concertación de otros elementos presentes en el medio donde se inserta, y
que conforman sus esferas de influencia. Esto es, que puede actuar sobre
sí mismo y sobre el entorno natural y social que le rodea.
Todo
cuanto existe, tanto en la Naturaleza como en la sociedad, está insertado en
determinados sistemas de poder, lo cual significa que al tiempo
de ejercer su actividad sobre los elementos que conforman sus esferas de
influencia, forma parte de las esferas de influencia de otros elementos
cualitativamente superiores en cuanto a desarrollo. El ser humano no es
comúnmente consciente de esta situación de dependencia, pero la familia, la
comunidad, la nación, la sociedad, la Humanidad en su conjunto, son ascendentes
sistemas de poder en los que está insertado, formando parte de las
esferas de influencia de otros elementos más desarrollados que él. En tal situación podrá
asumir cuatro actitudes: adaptarse a las reglas
establecidas por quienes los rigen, intentar transformar dichas reglas según
sus intereses, abandonar el sistema que le resulte adverso, o intentar crear
uno propio según sus necesidades.
Todos hemos transitado por estas decisiones a lo largo de nuestras vidas
sin percatarnos. El ejemplo más significativo es la familia. Al venir al mundo, el recién nacido queda
insertado en este inicial sistema de poder, donde las reglas son dictadas por
los adultos…
Por su corta edad, al niño le es imposible transformar dichas reglas, lo
que sí intentará en la adolescencia y es causa de conflictos inter-generacionales.
Tampoco podrá abandonar el sistema adverso, solución propia de los jóvenes, que
dejan atrás la tutela del hogar paterno para emprender sus propios caminos.
Sólo tiene la alternativa de adaptarse a las reglas establecidas, y el mejor
modo para lograrlo es creando sus propios sistemas de poder, en
los que reproducirá la realidad donde se inserta a fin de comprenderla mejor
(proceso de asimilación-acomodación expuesto por Piaget).
Surge así la necesidad del juego como sistema de poder al
servicio del niño para propiciar su propio desarrollo con la obtención del
placer mediante la satisfacción de tal necesidad vital. Los juguetes, sus
compañeros de juego... forman las esferas de influencia sobre las que actuará
libremente durante la actividad lúdica, sin que le interfieran las reglas
adultas que rigen los sistemas de poder mayores (familia, escuela, sociedad).
El psicólogo español Emilio
Mira advirtió: "En la medida en que el adulto impone determinadas
reglas y normas de conducta al niño, este pierde su libre espontaneidad, fuente
de su placer, y adquiere clara noción de su dependencia de voluntades y fuerzas
ajenas, que se encuentran en el mundo real que le rodea. Es así como se
establece la antítesis del placer subjetivo y la realidad objetiva, antítesis
que pronto orientará la doble vertiente del juego y del trabajo. El niño se
sumergirá en su mundo personal, imaginativo, mágico y fantástico, para jugar en
él, y desarrollará una actividad autista extraordinaria, que le servirá de
refugio y de consuelo cuando la fatiga, el dolor o el fracaso le alejen del
plano del trabajo realizado en el mundo objetivo, sensorial, lógico y real".
El ser humano disfruta de la
etapa no adulta más prolongada entre todas las especies, pues gracias a ese
período natural de preparación para la vida puede alcanzar su capacidad
intelectual el nivel que le situó en la cúspide de la Naturaleza. Más que jugar
porque se es niño, se es niño porque se juega, lo cual significa que aquel
desprovisto de la posibilidad de jugar, de alcanzar el placer mediante la
liberación voluntaria de su impulso lúdico vital, no sólo lo será también de su
infancia, sino además de su futura condición de hombre cabal, por haber sido
frustrada la satisfacción plena de su necesidad de desarrollo.
2.2.
RECREACIÓN Y LÚDICA
La recreación es
una categoría sociológica que se refiere al conjunto de acciones encaminadas a
propiciar estados de ánimo positivos en las personas. Etimológicamente la
palabra encierra en sí misma su finalidad: RE-CREACIÓN = VOLVER A CREARSE,
VOLVER A SER… lo que significa que mediante las acciones recreativas se produce
un proceso de renovación de las capacidades físicas y mentales de las personas
participantes, que recuperan así su potencial productivo y creativo, luego de
agotadoras jornadas en actividades obligatorias, como el caso de los
estudiantes sometidos al régimen de estudios, que es para ellos “trabajo
escolar”.
El concepto de recreación
ha sido comúnmente maltratado en la sociedad, que prioriza sobre todo las
categorías vinculadas con el acto productivo, llegándose incluso a considerar
lo recreativo como pérdida de tiempo en medio de intensos afanes de rendimiento
laboral. Por tal razón es necesario exponer, inicialmente, las siguientes
definiciones:
a) Ocio.- Es el
tiempo no ocupado en la actividad laboral. Los antiguos romanos llamaban otium al tiempo de descanso, y nec-otium (no ocio) al de trabajo (de
donde proviene la palabra negocio). El ocio puede ser activo o pasivo; en el
primer caso cuando ese tiempo de no-trabajo se ocupa con acciones de otro tipo;
en el segundo caso cuando se le dedica al descanso, al sueño, la alimentación,
y otras necesidades fisiológicas.
b) Recreación.-
Es el contenido del tiempo de ocio activo cuando se configura con acciones que
aportan placer y satisfacción personal, contribuyendo además al desarrollo
humano en lo individual y lo social.
c) Tiempo libre.-
Es el momento en que el ser humano hace justamente lo que desea, sin que nadie
se lo imponga, esto es: “ejerce su libertad en el tiempo”, obteniendo placer
con ello, por lo que es soporte temporal para la recreación.
La interacción entre estos tres conceptos se produce del
siguiente modo: la recreación es todo aquello que se realiza para la obtención de
placer y en la búsqueda de desarrollo personal, en un tiempo de ocio activo que, cuando el individuo
hace lo que desea, sin que nadie se lo imponga, se convierte en tiempo libre.
A esta definición globalizadora es preciso añadirle tres
puntualizaciones:
Primero.- No todo lo que aporta placer en el
tiempo de ocio es recreación, si no tiene como condición esencial contribuir al
desarrollo humano. Por ejemplo: beber licor en un bar, consumir narcóticos, o
jugar en un casino, pueden ser acciones muy divertidas, pero en nada propician
desarrollo humano en la esfera ético-moral, y sí en todo caso su involución,
por lo que no pueden ser calificadas como acciones recreativas. Tales vicios,
que pueden resultar trastornos obsesivo-compulsivos de la conducta, configuran
patologías psicológicas.
Segundo.- Otro conjunto de acciones
placenteras en el tiempo de ocio, que comprometen el desarrollo humano aunque no
llegan al extremo de ser involutivas, no pueden calificarse como recreativas y
conforman la categoría del entretenimiento.
Por ejemplo: filmes, telenovelas y otras ofertas televisivas dentro de una
denominada “pseudocultura para el ocio”, videojuegos sin contenido educativo,
etc. Su cualidad principal es que promueven la evasión de la realidad y una
mentalidad sumisa, a diferencia de la recreación que estimula actitudes críticas
y participativas no sólo para asumir la realidad, sino incluso para
transformarla si fuera necesario.
Tercero.- La recreación, más que un conjunto
de acciones que se ejecutan durante el ocio, es una actitud presente al
desarrollar placenteramente y sin imposición externa cualquier actividad, por
lo que incluso el tiempo laboral puede resultar un tiempo libre (donde se
ejerce la libertad en el tiempo) y el trabajo ser entonces asumido como un
momento de recreación, cuando se disfruta plenamente lo que se hace, lo cual debiera
ser la meta de todo colectivo laboral.
La Lúdica es una categoría a la que erróneamente se la
limita a los juegos infantiles, ignorándose así que identifica a uno de los
procesos más abarcadores y omnipresentes en el comportamiento humano desde los
mismos orígenes de la civilización. Está vinculada con la espiritualidad,
o mundo interior, del ser humano, y se concreta mediante las formas que asume
como expresión de la cultura. Una de ellas es el juego, pero también lo
son las diversas manifestaciones del arte, del espectáculo y la fiesta,
la comicidad de los pueblos, el afán creador en el quehacer laboral,
el rito sacro y la liturgia religiosa, y por supuesto, las relaciones
afectivas y el sublime acto de amor en la pareja humana. La Ludología
es la disciplina que se encarga del estudio de la Lúdica.
Si bien en las edades infantiles
las acciones lúdicas contribuyen a la formación de la personalidad y de
las capacidades físicas y mentales del individuo, durante la
adolescencia, la juventud y la adultez tendrán como misión esencial reafirmar
su posibilidad de enfrentar los retos de la existencia. Esto es: desarrollar su
capacidad para aplicar estrategias de pensamiento con las que salir
adelante en cualquier situación, fortalecer la voluntad y la toma de
decisiones, así como una formación integral en cuanto a valores humanos.
Una inadecuada atención a la necesidad lúdica de adolescentes y jóvenes podría
causar deformaciones en sus conductas, como la drogadicción, el alcoholismo, y
la delincuencia en general, que atentan contra toda la sociedad.
En la relación Lúdica-Recreación,
la primera es el procedimiento, la metodología participativa (actividades
lúdicas); la segunda es la disposición, el resultado (actitud recreativa, re-crearse,
volver a ser…). De modo que con lo lúdico se obtiene lo recreativo.
Pueden implementarse proyectos recreativos desde múltiples
puntos de vista, pues se trata de un campo de acción abarcador. Es recreativo
tanto leer un libro bajo un árbol, como participar en un torneo de balompié,
asistir a un concierto de música, como disfrutar de una amena charla entre
amigos. El único requisito es no imponer nada y permitir la libre elección (el
ejercicio de la libertad). El uso de la Lúdica a tales fines estará marcado,
sobre todo, por el juego en toda su diversidad. El juego, como actividad lúdica
por excelencia, combina y permite la presencia de todas las otras
manifestaciones lúdicas: jugando se canta, se baila, se representa, se pinta, se
talla…
Las actividades lúdicas
pueden identificarse por las siguientes características básicas:
a) Son acciones recreativas, generadoras
de placer.
b) Ocurren en el tiempo libre, o de
ejercicio de la libertad.
c) Asumen la representación simbólica de
la realidad, y no la evasión de ella.
d) Contribuyen destacadamente al
desarrollo humano en lo individual y lo social.
e) Estimulan la competencia, el ser
capaz o competente para vencer el reto que plantean.
f) Eliminan la fórmula ganar-perder,
pues no existe en ellas la competición.
g) Propician la fórmula ganar-ganar,
pues lo principal es el proceso y no un premio final.
En el entorno familiar,
el denominado rescate de
juegos tradicionales debe
potenciar sobre todo la necesidad de rescatar la tradición de jugar,
aquella que antaño reunía a abuelos, padres e hijos en torno a la mesa familiar
para dedicarse a juegos de sociedad, contribuyendo al diálogo y al mejor
entendimiento intergeneracional, o propiciando rondas favorecedoras de las
relaciones sociales en condiciones de absoluta igualdad entre niños y niñas,
tomados de las manos en un círculo de fraternidad y amor.
2.3.
FINALIDAD TERAPÉUTICA, O LUDOTERAPIA
La Lúdica, como recurso
para el desarrollo humano, se aplica con fines terapéuticos en personas de
diferentes edades. Así, la LUDOTERAPIA, integrando las diversas manifestaciones
de la Lúdica y no asumiéndolas por separado (juegoterapia, bailoterapia,
músicoterapia, risoterapia…) es valiosa para atender trastornos conductuales…
·
En el comportamiento, durante la infancia o la
adolescencia.
·
En el aprendizaje y el rendimiento escolar.
·
En la resiliencia a nivel personal y/o social,
durante la adultez.
·
En la integración y sentido de pertenencia en la
esfera laboral.
·
En la inclusión social y la comunicación
interpersonal.
La ludoterapia es un conjunto de métodos de tratamiento
psicológico mediante acciones lúdicas dirigidas a sustituir las conductas
inadecuadas por otras más adaptadas a la situación conflictiva. Una terapia
conductual se basa en principios de
condicionamiento con que se procure modificar predisposiciones en la conducta,
eliminando aspectos negativos y reforzando comportamientos positivos. En ese
propósito desempeñan un importante papel los procesos éticos de formación en
valores, así como el control de la actividad psíquica humana regida por la
capacidad de cada persona para la apreciación objetiva de la realidad
(racionalidad) y su adaptación a ella (resiliencia) mediante una correcta toma
de decisiones y una relación interpersonal fundada en la inteligencia emocional
y la empatía.
La terapia
de familia tiene como objetivo tratar problemas de comunicación familiar y
desajustes emocionales dentro de la familia. La comunicación problemática
dentro de la familia está considerada como una de las causas más frecuentes de
problemas psíquicos y especialmente de desviación de conducta en los niños. El
objetivo es mejorar la estructura de comunicación y el ambiente emocional. Por
lo tanto, es fundamental analizar en primer lugar la situación de la familia.
Es importante que todos sus miembros (incluyendo a los ancianos, generalmente
excluidos en la toma de decisiones) tengan la oportunidad de presentar sus
expectativas a los demás, comentar sus experiencias emocionales conflictivas, y
expresar su concepto de convivencia positiva. Bajo la dirección del terapeuta, puede
intentar crearse un ambiente familiar abierto desde el punto de vista de la
comunicación y positivo desde el punto de vista emocional, en el que resulte
posible entender y solucionar los posibles conflictos. Como parte de esa esfera
de atención, la terapia de pareja
tiene como finalidad mejorar las relaciones entre cónyuges y resolver sus
conflictos, para lo cual es importante la comunicación y la necesidad de
expresar adecuadamente los sentimientos para poder reconstruir una relación
gratificante.
3. METODOLOGÍA
3.1. PROGRAMA
FLEDO (Fragua Lúdica Edad de Oro) es
un proyecto pedagógico basado en la promoción de la Lúdica como
campo de acciones que contribuyen, como pocas, al desarrollo humano. Fue
registrado en el Centro Nacional de Derechos de Autor, de Cuba, en el año 2005,
creado y promovido por el Lic. Pedro Fulleda Bandera, comunicador
social, ludólogo y educador. La Metodología FLEDO encamina sus
acciones en 4 esferas básicas de desarrollo:
·
Investigación: dirigida al estudio del tema lúdico dentro de
la cultura humana.
·
Formación: dirigida a la capacitación de especialistas y
su definición como ludólogos.
·
Vivencias: dirigida a la promoción de actividades lúdicas
concretas, que enriquezcan la experiencia individual y colectiva.
·
Gestión: dirigida al desarrollo de áreas específicas de
aplicación y espacios lúdicos, como ludotecas, talleres de creación, y otros.
Para la capacitación
en Recreación mediante la Lúdica en entorno familiar, tema de esta propuesta,
la Metodología FLEDO implementa el curso colectivo de interacción (con la
asistencia de miembros de diversas familias), con el siguiente Programa:
Día
1:
Actividad de integración: YO SOY TÚ
(30 min.)
Presentación del Curso:
Responsables administrativo y académico (30 min.)
Tema central: Diagnóstico de la
situación lúdica; matriz “Prof. CHIP” (60 min.)
Día
2:
Tema central: Porque jugar… ¡es
cosa de juego! (45 min.)
Actividad de integración: NUDO
HUMANO (30 min.)
Tema central: Porque jugar… ¡es
cosa de juego! (45 min.)
Día
3:
Tema central: Porque jugar… ¡es
cosa de juego! (45 min.)
Actividad de integración: LOS
POLLITOS (30 min.)
Tema central: Porque jugar… ¡es
cosa de juego! (45 min.)
Día
4:
Tema central: Juegos nuevos sobre
juegos viejos (45 min.)
Actividad de integración: SILLAS
FUGITIVAS (30 min.)
Tema central: Juegos nuevos sobre
juegos viejos (45 min.)
Día
5:
Tema central: Matriz RCM para la
toma de decisiones (45 min.)
Actividad de integración: ORDEN EN
LA SALA (30 min.)
Seminario: preguntas y respuestas
(45 min.)
Día
6:
Festival recreativo: actividades
participativas de animación lúdica (90 min.)
Clausura del Curso; entrega de diplomas y módulos: 3
libros temáticos + 1 CD.
Tiempo total
del Curso: 12 horas
3.2. GENERALIDADES
El Curso
puede impartirse con el esquema de 2 horas diarias, de lunes a sábado (6 días),
o en fines de semana, con tiempo de 2, 3, 4 ó 6 horas cada día (6, 4, 3 ó 2
días de duración, en cada opción).
Además del Diploma de participación, se entregará
finalmente a los participantes un módulo (por familia) que incluye:
·
Libro temático “El Poder soy yo:
introducción a la Ludología”.
·
Libro temático “Porque jugar… ¡es
cosa de juego!”.
·
Libro temático “El creador de
juegos”.
·
CD con: multimedia del Instituto
Nacional de Deportes, Educación Física y Recreación (INDER) de Cuba, video sobre
el juego y el desarrollo infantil, pdf “700 Dinámicas grupales”, colección de
presentaciones lúdicas interactivas “Juegos con PowerPoint”
3.3. ASEGURAMIENTOS
La impartición adecuada del Curso requiere de los siguientes recursos
básicos:
·
Sala con proporciones suficientes
para albergar al total de participantes.
·
Sillas para el total de
participantes.
·
Mesa para el facilitador.
·
Infocus y pantalla para la proyección
de presentaciones electrónicas (PowerPoint).
·
Sistema de audio y micrófono.
·
Carpeta de presentación, con el
Programa, papel y esfero, para cada participante.
·
Módulo mencionado (3 libros + 1 CD)
para cada participante.
·
Diploma de participación para cada
participante.
·
Medios para el Festival recreativo,
según soliciten sus animadores.
·
Servicio de agua y café
permanentemente.
·
Servicio diario de refrigerio,
después de cada actividad de integración.
·
Servicios sanitarios disponibles y
en óptimas condiciones.
·
Constancia gráfica (fotos, videos)
del desarrollo del Curso durante toda su duración.
3.4. RESPONSABLE ACADÉMICO
El
facilitador principal del Curso y Responsable académico del mismo es el Lic.
PEDRO FULLEDA BANDERA. Nacido en Cuba, reside en Quito hace 8 años, con CI
1750677302. Es Comunicador social, Educador y Ludólogo, con vasta experiencia y
resultados en la investigación, formación y gestión en torno a la Recreación y
la Lúdica. Creador y coordinador de la Metodología FLEDO. Actualmente es
Subdirector Regional para Ecuador del Consejo Latinoamericano de Recreación
(CLAR).
(A ESTE DOCUMENTO SE INCORPORARÁN LOS ASPECTOS CONTRACTUALES ACORDADOS Y SUSCRITOS ENTRE LAS PARTES, CONTRATANTE Y EJECUTANTE, OPERANTES EN CADA CASO).
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